La periodoncia trata a los tejidos de sostén del diente (la encía, el ligamento periodontal, el hueso alveolar y el cemento radicular).
La encía tiene una función bien definida al ser una parte del soporte del diente en los maxilares. Por ello, depende de su integridad y de su estado de salud para que el individuo cumpla sus funciones oro-bucales correctamente (comer, hablar…). También cumple la encía una función de límite o barrera, al separar el medio interno (hueso, ligamentos, etc.) del medio externo intrabucal y del exterior en el cual existe gran cantidad de bacterias que pueden ser nocivas para el organismo.
Las funciones del hueso alveolar y del ligamento periodontal son las de fijación e inserción del diente en el hueso alveolar. El cemento radicular es la capa de tejido que envuelve en superficie a la raíz del diente, y que es donde se insertan buena parte de los ligamentos que soportan al diente.
Placa bacteriana y sarro
Para el conocimiento de las enfermedades de la encía, hemos de interesarnos antes por cómo es la encía en situación de salud. Y el aspecto clínico de una encía sana es el de un tejido de color rosa coral, adaptado perfectamente a los márgenes de los dientes, lo que le da aspecto festoneado, con un subrelieve punteado con aspecto de piel de naranja y que no sangra. La causa primera de que la encía enferma es la placa bacteriana, que la constituyen mayoritariamente bacterias, muchas de las cuales son periodontopatógenas. El acumulo de placa bacteriana se mantiene si no es arrastrado por el cepillado y es por ello que sobrepasado un nivel de dicha placa y dependiendo de la susceptibilidad del individuo se pueden producir lesiones en la encía, siendo la más relevante e inicial, la inflamación.
La enfermedad periodontal tiene unas peculiaridades que la hacen sensiblemente diferente a la mayoría de las enfermedades infecciosas e inflamatorias del ser humano. Ésta afecta a capas de población adulta fundamentalmente, siendo más prevalente a partir de la cuarta década; no obstante hay cuadros de enfermedad periodontal que aparecen en la infancia y desde los años previos a la adolescencia. El tabaco, el uso de determinados medicamentos, el embarazo, el climaterio, algunas enfermedades sistémicas y los déficits inmunológicos (VIH) son factores que modifican el estado de la salud de la encía haciéndola más susceptible a la acción de las bacterias de la placa.
Gingivitis y periodontitis
Las dos enfermedades más frecuentes del periodonto son la gingivitis y la periodontitis. Siendo la primera la fase inicial y la segunda el establecimiento del proceso en los elementos de soporte, que puede llegar en fases avanzadas a la movilidad parcial o total del diente y su pérdida por destrucción de dichos elementos de soporte. Por ello, en el diagnóstico es fundamental buscar signos precoces de inflamación (sangrado). La movilidad es un signo tardío. El diagnóstico y tratamiento precoz son de suma importancia en la conservación de la integridad de la dentadura.
En cuanto a los síntomas, estos pueden variar desde el sangrado hasta el dolor y la inflamación agudos en los casos de periodontitis muy avanzadas. El mal olor o halitosis pueden ser un síntoma. No obstante, muchas veces el paciente no es consciente de que tiene un problema en la boca, debido a que no siente ningún dolor. Una boca puede ser destruida en su totalidad a lo largo de muchos años por esta enfermedad sin producir ningún signo de alarma para el paciente. Por ello, se recomienda revisiones periódicas.
Tratamiento de la enfermedad periodontal
El mejor tratamiento que existe es el preventivo. La enseñanza de higiene oral a todos los pacientes en la primera visita. El tratamiento clínico se efectúa tras las fases preventiva y diagnóstica y se basa fundamentalmente en la eliminación de los factores productores de la enfermedad: la placa y el cálculo. Puede ir desde el raspado y el alisado hasta fases quirúrgicas que nos permitan exponer las raíces y el hueso para limpiarlos de placa y sarro convenientemente; reponiendo la encía mediante suturas. La cirugía periodontal que teniendo como objetivo el mantenimiento del diente en la arcada, no se limita en muchos casos a este único fin y mediante la denominada cirugía mucogingival corrige alteraciones morfoestéticas de la encía.
Una etapa verdaderamente importante tras el tratamiento es la fase de mantenimiento, Con las vistas de mantenimiento se consigue mantener el nivel de salud alcanzado tras el tratamiento a largo plazo. En ellas se reevalúa la contaminación bacteriana y la inflamación mediante tests y se elimina cálculo u otro detritus. La visita de mantenimiento se debe hacer cada tres a seis meses aproximadamente.